lunes, noviembre 28, 2005

Sin título 35

Es a día de hoy, que sé a ciencia cierta
Que ya no te odio,
Cuando quiero pedirte perdón

Perdón por dejar pasar desapercibido
El momento en el que
Pasé de aferrarme a tu adoración
A sentir asco y desprecio sin igual por ti

Perdón por creer que algún día cambiaríamos
Y hacerte perder el tiempo en reencuentros inservibles

Perdón por existir y vivir
De la manera que existo y vivo

Mil disculpas si en algún momento
resolví todos mis problemas sin tenerte a mí lado

Te pido disculpas por haberle llorado mis penas
Al alcohol y las drogas en vez de a tu hombro

Siento de veras no haberte hecho partícipe
De todos los éxistos que tuve en la vida

Pero como de buen seguro ya sabrás
Todo este manojo de disculpas no es gratuito
Pues he aquí el único favor que te pediré:
Si en algún momento adviertes en mí
El más ínfimo signo de semblanza a ti,
No lo dudes ni un instante
Mátame

martes, noviembre 22, 2005

Pide por esa boquita

Siempre es bonito recibir reclamos afectivos, en cualquiera de sus formas. Y en realidad poco importa el formato en el que venga empaquetado, porque es el hecho en sí mismo el que tiene importancia. –Ya no me besas como antes- Y uno cae en la cuenta de que es cierto, ya no la besas como antes. –Apenas salimos a pasear- E inmediatamente te remontas a la última vez que paseasteis juntos (sacar la basura o comprar el diario no sirven de atenuante) y reparas en que fue hace mucho. -Ya no te pones la camiseta que te regalé- Y por mas que sea horrible (la camiseta) te das cuanta que tiene razón. No te la pones, y ella te la regaló para eso y no para que ande de viaje continuo de cajón en cajón.

Y a mí, en uno de esos alardes de analogía, me ha dado por compararlo con un hecho que me parece interesante. Las reclamaciones en un establecimiento público. Y me refiero no a las quejas, las pataletas y rabietas que discurren sin más trascendencia que el bochorno y la vergüenza ajena, sino las reclamaciones en toda regla. Las reclamaciones que uno hace después de haber esperado más tiempo del que debiera en una cola o después de terminar de comer en un sitio en el que la carne no estaba como se pidió, o como por ejemplo, cuando uno va a cualquier tipo de tienda y no quiere ser partícipe del mal humor del dependiente. Cuando uno siente que realmente hay algo injusto e inapropiado y decide reclamar lo que le pertenece. Entonces uno reclama que se le atienda mejor, en lugar de quejarse de lo mal que fue atendido. Es evidente que si esto se hace es porque se quiere un cambio en quien le esta ofreciendo el servicio. Hay una voluntad de esperar que en un futuro ciertas cosas no sigan ocurriendo. Se hace porque se quiere volver a comer en ese restaurante o porque la ropa de ese sitio se ajusta a los gustos de uno, o incluso se hace porque es la panadería mas cercana a casa. Se hace no con la intención de dar la cachetada y desaparecer, sino mostrar disgusto y esperar la corrección.

Pues bien, un “reclamo” afectivo es lo mismo. Una reclamación y no una queja. Y a mi personalmente, me encanta saber que hay personas que quieren seguir disfrutando de mí y por eso me reclaman cosas. Claro que, si no es tu intención el seguir en mi compañía, agradecería que te ahorraras la bofetada y simplemente desaparecieras.

sábado, noviembre 19, 2005

Nueva sección

Os comunico que he inaugurado una nueva sección. La podéis ver a la izquierda. Su nombre es “frases celebérrimas” (bueno, celebérrimas para unos y celebrisimas para otros). La idea de esta sección es ir poniendo todas esas estupideces, tonterías, sandeces y gansadas que uno llega a oír. Gustoso, como siempre, pondré frases que me mandéis, aunque agradecería que no sólo fuera la frase sino también una pequeña explicación contextual. Eso si, preferiria que me las mandarais en esta pagina, si no os importa.

viernes, noviembre 18, 2005

correción inmanente

Cómo de buén seguro habreis notado qué mi escritura es algo vurda y vasta, os dire qué se admiten todo tipo de corecciones en ortografia, gramatica, prosodia, sintaxis e incluso prosopopeya. Sin tapujos, soy conciente de que me equivocó y agradezeria que se me corrija. Sin en cambio sabeis también* como yo que todos somos humanos y el que tiene la boca se hequivoca.


*esta falta si es capaz de ponerla un presidente de un partido político, con todo su respeto, yo también quiero darme ese gusto

ya no eres constante

Debió ser en una mudanza de mi piel que te perdí y nunca más volví a saber. O puede que fuera durante aquellos largos pasajes de extravagancia y difusión. O en aquellos largos viajes al FUTURO sin motivo aparente y sin destino definido.

No se, no logro fijar el momento exacto en el que te perdí definitivamente. Te había perdido muchas otras veces, muy a pesar de las advertencias, pero siempre lograba dar contigo. A veces en el hueco de una escalera, o en la silla de un bar, o en la cola del súper. Incluso recuerdo el día en el que te halle en el sitio más raro que jamás pude imaginar; sentado en mi silla frente a mi piano. Y ahí estabas impasible, no había cambiado nada para ti, incluso llegué a creer que jamás te perdí, que siempre estuviste. Pero no, no podía ser. Forzosamente tuviste que desaparecer y reaparecer. Y siempre pasaba del mismo modo. Un día me daba cuenta que no estabas, notaba tu ausencia. Te había perdido, y empezaba mi desesperación. Inmediatamente sentía la necesidad de cambiar cosas. Probablemente con la esperanza de encontrarte tras un mueble o tras alguna cortina. De hecho incluso recuerdo alguna vez haber hecho algo impropio de mí con el simple fin de encontrarte. Pero tú siempre tuviste esa manera tierna de aparecer. ¡Y yo me alegraba tanto! Saber que estabas de nuevo conmigo. En parte por demostrárselo a mi padre.* ¿Ves, padre, que al fin lo encontré otra vez?

Pero esta vez es diferente. Tengo la sensación que no te volveré a encontrar. Y no se qué hice o qué deje de hacer para que te fueras. Quiero decir: entiendo que en el PASADO te fueras. Quizá justificado por mi inmadurez, mi rebeldía, o mi pasotismo juvenil. Pero ahora, ¿a santo de que te has ido? Porque hay algo que quiero que tengas muy PRESENTE; hoy ya crecí y puedo decir sin miedo a equivocarme que eres tú el que se va y no yo el que te pierde.



*esta repetición del complemento indirecto es de dudosa corrección. Incluso Baroja abusaba de ella, y le da un aire más familiar.

jueves, noviembre 17, 2005

Adjetivos, epítetos y dictados

Si sientes la necesidad irrefrenable de reprocharme algo, que por lo menos sea algo de lo que yo tenga constancia. No sirve de nada conmigo tirar piedras al aire y esperar a que caigan. Al igual que mi gran amiga soy también bineuronal titilante y no me gusta malgastar mi tiempo tratando de averiguar pensamientos. Las cosas directas. Y si alguien me tacha de simple le diré que no soy sólo eso sino también llano, soso, sencillo, cándido y sin adorno, pero que no me vengan con murgas y monsergas sobre algo de lo que jamás se me dio la oportunidad de defenderme.
Al margen de esta pequeña aclaración, estoy contemplando la posibilidad de crear una lista de adjetivos con los que la gente me ha llegado a calificar. En realidad no por nada en particular, sólo por que me causa gracia (y a veces incertidumbre) el observar lo dispares que pueden llegar a ser. Los adjetivos, se entiende. De las personas no me gusta hacer juicios de valor. En cualquier caso si llevara a cabo esta lista sin duda podría empezar así:

-seco
-cruel
-frío
-simpático
-agradable
-guapo
-feo
-malhumorado
-tristón
-entúpido
-tonto
-mimoso
-infantil
-maduro
-vividor
-vago
-desconfiado
-crédulo
-salvaje

He de decir que en esta lista tratare, en la medida de lo posible, de explicar el tono con el que fue dicho el adjetivo, ya que, convengamos que la ironía o el contexto son muy importantes para entender de una manera o de otra el adjetivo. Quiero decir; es muy probable que se incluyan repeticiones pero con aclaraciones diferentes.

miércoles, noviembre 16, 2005

la descripcion

He notado que es un mal común el que la gente se describa en sus blogs, a lo cual, y dada mi envidia innata, voy a hacer una pequeña descripción de mi. No es tarea fácil, he de reconocerlo. Pero supongo que un buen punto de partida es tratar de explicar lo que realmente me importa, y esto es, las cosas que me gustan. Cabe la posibilidad de que vaya incrementando esta descripcion en la medida en que me vaya conociendo mejor. Pues bien, que dios nos pille confesados.

Me gusta sentir frío en la piel, caminar descalzo por la arena, abrir cajones en busca de nada en particular, mirarme al espejo y poner caras raras, oler la ropa vieja, y oler los sitios que han permanecido cerrados mucho tiempo; pasar la mano por el terciopelo, sentir los pies de quien comparta la cama conmigo. Disfruto mucho con los silencios, con las miradas, sintiendo que tengo algo en las manos, que me respiren en la nuca o me pasen la mano por la axila y no sienta cosquillas. Puedo entretenerme durante horas imaginando melodías, o picando con las uñas en la mesa. Esto último soy consciente de que a más de uno le molesta. Me agrada hacer ruido con el mate cuando se acaba el agua, probar la comida y darme cuenta de que le falta o sobra sal, comer algo dulce antes de algo salado y jugar con la consistencia del flan bien hecho. Me hace muy feliz dar o hacer algo a alguien y que no me den las gracias. Me hace muy feliz no sentir la obligación de tener que dar las gracias. Me complace escuchar un perdón cuando es sincero y un "te quiero" cuando es verdad. Pero lo que sin lugar a dudas más me hace feliz, es saber que soy feliz.

martes, noviembre 15, 2005

dilema

pues he aqui un dilema que me ha surgido, y no es otro que el darme cuenta de que además de carecer de fecha también carecen de de título. Lo he solucionado de la siguiente manera: les he pueso un elocuente "sin título" seguido de un número. Se admiten sugerencias.

Inicio

Pues si, al final es un hecho, me he decidido a crear mi propio weblog. Varios son los motivos aunque creo que el detonante ha sido fruto de mi ardua investigación y posterior conclusión que cualquiera puede crearse el suyo, y si se me permite la maldad, quisiera subrayar lo de cualquiera.

El objetivo de este blog no es otro que el de publicar "cosas" que hasta estas fechas estaban en un soporte no digital (vease papel), a lo cual alguien podría sugerir que no es necesario ponerlo a disposición publica para informatizar los archivos, y no estaría equivocado. Pero también es cierto que hace ya tiempo que me hubiera gustado exponer mis escritos y esta me parece la forma mas adecuada en los tiempos que corren.

Me gustaría recalcar que he habilitado la opción de comentarios para que sea usada. Esto es, que me encantaría recibir críticas sin más restricciones que las de la ética, el respeto y la salud intelectual.

La mayoría de poemas no tienen fecha. Quiero decir: es obvio que en algún momento en el constante tiempo fueron creados, pero es algo que desconozco. Con lo cual, salvo aclaración expresa, la fecha será algo irrelevante.

Y sin mas dilación (ni rollos patateros), me voy a poner manos a la obra en introducir datos en mi ordenador para que esto vaya tomando algo de color.

Gracias por estar ahí

Metamorfina