viernes, febrero 15, 2008

Se acerca san Valentín, el santo más melifluo y más ñoño. Yo preferiría celebrar san Ballantines, que suena prácticamente igual y por lo menos se corresponde más con nuestra cultura. La de la bebida. Alcohol por todos lados. Desde el vino que te dan acompañado de hostias en los lugares de culto, hasta los botellones practicados a lo largo y ancho de esta piel de toro. Y es que es absolutamente comprensible. En este país de locos, farsantes y demagogos, o te das a la bebida o acaban con tus nervios.

Y como decía... Se acerca san Ballantines. ¿Y que tiene de especial este santo? Pues como santo la verdad es que lo ignoro. Alguna proeza haría el hombre antes de ser santo. ¿y que tiene de especial la fecha? Absolutamente nada. De hecho para nosotros los españoles es algo muy nuevo. Hay quien se aventura a decir que lo importó el Corte Inglés. En cualquier caso, aunque la tradición podríamos decir que viene desde lejos, por ser febrero el mes que le correspondería la fertilidad, ya que en la antigua Grecia, Gamelion era el mes dedicado al sagrado matrimonio entre Zeus y Hera, eso poco tiene que ver con nosotros y quien más quien menos tiene claro que el consumismo nos puede y la única cuestión que existe es la de gastar los dinerillos. Eso está por encima del amor. Faltaría más.

Y si a todo eso le sumamos una campaña electoral, como es menester en las fechas que estamos, entonces se produce el fenómeno promesas-regalos. Y es que nadie duda de la buena bondad de nuestros políticos. Ellos también viven intensamente el amor y sufren el desamor. Y cuando alguien esta tan enamorado/a que sus piernas tiemblan al oir nombrar a su amado/a, no puede por menos que hacerle algún regalito en esta fecha tan insulsa. Y sino que se lo digan a Espe. Nuestra Espe. La Espe de todos los madrileños que antaño lo fue de todos los españoles, capaz de soltar joyas del tipo “colegio que enseñe catalán en Madrid”. A la ex-ministra toca huevos y desde hace 4 años presidenta lame-culos bien le podría dar su colega de partido y antes jefe, Josema, unas palmaditas en la espalda. Ella ha sido la única capaz de decir una frase a la altura del ya consagrado “hablo catalán en la intimidad”.

Y así andamos en Cataluña. Que parece que a todos les guste hacernos regalos. Y ya de paso tomarnos el pelo.

1 comentario:

TEKKAMOLA dijo...

Hola metamorfina, vaya texto interesante que escribes, pero yo se que tu has regalado en San Valentin, entonces porque escribes asi.
Un saludo
Tekkamola